El Silencio que Mata el matrimonio


Un Estudio Bíblico sobre la Comunicación y el Liderazgo del Esposo en el Matrimonio

“Por tanto el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.” (Génesis 2:24)

El presente estudio bíblico se enfoca en el análisis exhaustivo del fenómeno del silencio conyugal, particularmente cuando este emana del esposo, y su impacto deletéreo en la dinámica matrimonial. La ausencia de comunicación efectiva, especialmente por parte del líder del hogar según la concepción bíblica, puede generar una erosión progresiva de la intimidad, la confianza y el respeto mutuo, elementos constitutivos esenciales para la estabilidad y el florecimiento de la unión matrimonial.
El objetivo primordial de este estudio es doble: en primer lugar, elucidar los principios bíblicos fundamentales que sustentan la relevancia cardinal de la comunicación en el contexto matrimonial. Esto incluye la exploración de la creación original, el mandato divino de "dejar y unirse", la analogía entre Cristo y la Iglesia, y el poder intrínseco de las palabras como instrumentos de edificación o destrucción.

En segundo lugar, vamos a analizar, el rol específico del esposo como líder comunicador dentro del matrimonio, examinando las implicaciones del liderazgo servicial, la comunicación activa, la expresión de amor y afecto, y la iniciativa proactiva en la apertura de canales comunicativos. Se contrastarán estos ideales con la realidad del silencio conyugal, identificando sus causas subyacentes y sus consecuencias perniciosas.

La metodología empleada en este estudio se caracteriza por su rigor exegético, recurriendo al análisis contextual y gramatical de textos bíblicos clave para extraer principios atemporales y aplicables a la realidad matrimonial contemporánea. Se examinarán ejemplos concretos de personajes bíblicos cuyas vidas conyugales ilustran tanto los beneficios de la comunicación efectiva como los riesgos inherentes al silencio.

Adicionalmente, se incorporarán herramientas prácticas derivadas de la investigación en el campo de la comunicación interpersonal y la terapia matrimonial, con el propósito de ofrecer estrategias concretas para superar el silencio conyugal y fomentar una dinámica comunicativa saludable y constructiva. Estas herramientas incluyen el reconocimiento del problema, la oración y la confesión, la dedicación de tiempo de calidad, el aprendizaje de la comunicación no violenta y, en casos necesarios, la búsqueda de ayuda profesional.

Se reconoce que el silencio conyugal es un problema multifacético que puede tener raíces profundas en la historia personal de los cónyuges, sus patrones de comunicación preexistentes y las presiones externas que enfrentan en su vida cotidiana. Por lo tanto, este estudio no pretende ofrecer soluciones simplistas o fórmulas mágicas, sino más bien proporcionar un marco conceptual sólido y un conjunto de herramientas prácticas que permitan a las parejas abordar este desafío con diligencia, sabiduría y esperanza.

En última instancia, se espera que este estudio contribuya a fortalecer los matrimonios cristianos, promoviendo una cultura de comunicación abierta, honesta y respetuosa que refleje el amor incondicional y el compromiso eterno que Dios ha diseñado para la unión matrimonial. Se invita a los lectores a reflexionar sobre su propia experiencia con el silencio conyugal y a aplicar los principios y las herramientas presentadas en este estudio para construir relaciones matrimoniales más sólidas, íntimas y satisfactorias.

En la Biblia encontramos una historia que ejemplifica el tema que estamos tratando. 

Nabal y Abigail 

En 1 de Samuel capitulo 25, encontramos esta historia. Nabal era un hombre rico pero tacaño y de carácter áspero. Abigail, su esposa, era inteligente y hermosa. David, en ese momento un fugitivo, había protegido los rebaños de Nabal, y cuando envió mensajeros solicitando provisiones, Nabal los rechazó con insultos. Nabal cometió un error que muy a menudo cometemos los esposos en este tiempo. 

Falta de Comunicación con su Esposa: 

No hay evidencia de que Nabal consultara a Abigail sobre la solicitud de David o que compartiera con ella sus planes. Su decisión fue unilateral y arrogante. Esto es lo que sucede en la mayoría de matrimonios hoy, el esposo como todo un macho alfa, toma las decisiones sin consultar con su esposa. Esta actitud llevara un día mas tarde o mas temprano a relegar a su esposa a un lugar en el que ella no se siente importante, su lugar será igual a una persona sin opinión, sin derecho a emitir una decisión, sentirá que su esposo no la valora mas que a una mesa o silla. Esta actitud a llevado a miles de matrimonios a la ruptura y al divorcio.  El no tomar en cuenta a la esposa, el no solicitar su opinión sobre cualquier tema, el mantenerla en silencio es igual a no valorarla, es igual a una esclava y no tiene nada que ver con Una Esposa. 

Dios no hizo mayor a Adán que Eva, a los dos los hizo iguales, tomó a dos personas iguales y las unió en matrimonio para que dos iguales puedan se espiritualmente uno. Y digo espiritualmente porque el matrimonio más allá de tener implicaciones físicas es un asunto espiritual. La razón por la que a veces equivocadamente vemos en la biblia la preminencia del hombre sobre la mujer no es porque el hombre sea mayor que la mujer, es un asunto de roles, el rol del hombre es estar siempre primero, ir por delante, liderar a la familia, pero esto no lo hace mayor en ningún sentido a la esposa.

Falta de reconocimiento:

El hombre que no reconoce que su esposa es superior y mejor en muchas cosas a él, está condenado al fracaso. Nabal no reconoció que su esposa Abigail, era una mujer inteligente, prudente, analizaba las situaciones, calculaba las consecuencias antes de actuar, era todo lo contrario de su esposo Nabal. La biblia nos dice que Abigail al ver la negativa de su esposo de reconocer el trabajo de David y sus hombres y al reflexionar en las consecuencias, de inmediato tomó acción, llevó provisiones y humildemente se presento ante David reconociendo el trabajo de el y sus hombres cuidando el ganado de Nabal. 

Cuando en un matrimonio cada uno actúa por su cuenta sin consultar a su cónyuge ese matrimonio ya esta en el fracaso. El gran problema es que esa falta de comunicación en la mayoría de los casos no es el principio del fracaso, son los síntomas de que el matrimonio ha fracasado. La biblia nos cuenta la historia de este matrimonio, sin embargo, al leer entre líneas sabemos que era una costumbre de Nabal actuar sin consultarle a su esposa. Imaginemos por un momento las tantas veces que Abigail se sentó con su esposo para intentar hacerle ver que su falta de reconocimiento terminaría con el matrimonio. El relato bíblico aborda el tema desde un punto en el que aquella relación ya había fracasado. Eran dos buenos compañeros, pero ya no era un matrimonio.

La rutina del compañerismo:

Es interesante ver como hoy día, la mayoría de matrimonios recomienda a las nuevas parejas no casarse, la razón principal es porque ellos mismos no han tenido una experiencia bonita en el matrimonio, para ellos el matrimonio es una carga legal innecesaria. Todo esto ha sido el resultado de haber entrado en una rutina, la rutina del compañerismo, donde cada cual hace lo que quiere sin necesidad de consultarle a su esposo, incluso, en algunas de esas parejas existe la libertad de ir cada cual a fiestas diferentes y si hay alguna persona que les cae bien se van y pasan una noche de intimidad y al siguiente día regresan a la rutina llamada matrimonio. La biblia no nos da los detalles, pero es seguro que Nabal había sido un esposo autoritario, machista, egocéntrico y falto de empatía en el tiempo que duró su matrimonio. ¡Ojo! Si alguna de estas descripciones se familiariza con usted necesita hacer cambios radicales si todavía quiere rescatar algo rescatable de su matrimonio. Nabal no lo entendió a tiempo, y aunque la biblia no nos dice esto, es posible que la impresión de ver a su esposa ir a donde David con provisiones, contradiciendo sus ordenes fue lo que desemboco en una muerte repentina de Nabal. 

La falta de comunicación, la falta de consultar a su esposa cualquier decisión que se deba tomar en el matrimonio es una actitud que puedes practicar las veces que quieras, pero recuerda, es como una enfermedad, poco a poco avanza y un día habrás fracasado. Tu matrimonio se habrá terminado.

¿Cómo romper el silencio? ¿Cómo restaurar la comunicación en el matrimonio?

Reconociendo el problema: 

El primer paso es admitir que el silencio es un problema, que está dañando la relación y que necesita ser abordado. No puedes en silencio tomar decisiones sin consultar a tu esposa. Tu esposa es tu igual, y tu debes consultar con ella todas las decisiones de la vida.

Creando un espacio seguro: 

Es necesario crear un ambiente de confianza y respeto, donde ambos se sientan seguros para expresar sus sentimientos y pensamientos sin temor a ser juzgados o criticados.

Practicando la escucha activa: 

Escuchar no es solo oír las palabras del otro, sino tratar de comprender su perspectiva, sus emociones, sus necesidades. Es prestar atención no solo a lo que dice, sino también a cómo lo dice.

Expresando los sentimientos con honestidad y respeto: 

Es importante comunicar los sentimientos de manera clara y directa, evitando la acusación, la crítica y el sarcasmo. Utilizar el "yo siento" en lugar del "tú eres".

Buscando ayuda profesional: 

En algunos casos, la ayuda de un terapeuta matrimonial puede ser necesaria para desbloquear la comunicación y resolver los conflictos subyacentes.

Orando juntos: 

La oración es un poderoso recurso para fortalecer la comunicación y la intimidad en el matrimonio. Pedir la guía de Dios, su sabiduría y su amor para superar las dificultades.

El silencio, ser autoritario, la falta de valorar y reconocer las capacidades de tu esposa, puede matar el amor, pero la comunicación puede resucitarlo. No permitas que la sinfonía del olvido destruya tu matrimonio. Abre tu corazón, encuentra tus palabras y comienza a construir un puente de amor y comprensión sobre el abismo que los separa.

El Esposo como un líder en el Matrimonio

El rol del esposo en el matrimonio es liderar, pero esta palabra con frecuencia es mal entendida. Un líder en el matrimonio es aquella persona que guía, protege y sirve dentro de la relación con amor, sabiduría y responsabilidad. No significa imponer autoridad, sino ser un ejemplo de compromiso, sacrificio y dirección para el bienestar de la pareja y la familia. Desde la perspectiva Bíblica, el liderazgo en el matrimonio es un modelo basado en el amor y la entrega. En Efesios 5:23-25, se menciona que el esposo es cabeza del hogar, pero su liderazgo debe reflejar el amor de Cristo por la Iglesia, es decir, un liderazgo basado en el servicio y la entrega total. Esto no implica superioridad, sino responsabilidad de cuidar, proveer y fomentar el crecimiento espiritual y emocional de la familia.

Al mismo tiempo, la esposa también ejerce un papel de liderazgo en el hogar a través de su sabiduría, apoyo y gestión, formando un equipo con su esposo para tomar decisiones y edificar su hogar. Un matrimonio saludable se construye con liderazgo compartido, respeto mutuo y comunicación efectiva. 

Que el señor Bendiga tu Matrimonio y sobre todo que tu, como esposo o esposa se pongan en las manos del señor, entréguense completamente el uno al otro y los dos a Jesús. 




Jose M Suazo - MDiv
Teólogo y Escritor