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La
Iglesia Pasará por la Gran Tribulación: Un Análisis Bíblico y Teológico
Introducción Teológica
La escatología cristiana, el
estudio de los eventos finales según la Biblia, ha generado diferentes
interpretaciones sobre el destino de la Iglesia durante la Gran Tribulación.
Una de las creencias populares, promovida principalmente por el
dispensacionalismo, es que la Iglesia será arrebatada antes de este periodo de
sufrimiento. Sin embargo, al analizar las Escrituras desde un enfoque bíblico y
etimológico, se concluye que esta doctrina no tiene fundamento sólido. Por el
contrario, la Biblia enseña que la Iglesia será purificada y preparada para el
regreso de Cristo a través de su participación en la Gran Tribulación.
El propósito de esta monografía es analizar los argumentos etimológicos utilizados por quienes creen en un rapto secreto antes de la tribulación, refutarlos y presentar un análisis contextual y bíblico que demuestra que la Iglesia estará presente durante este periodo hasta la gloriosa segunda venida de Cristo.
1.Existen por lo menos 3 interpretaciones con relación este
tema de suma importancia.
La Gran Tribulación, descrita en varios pasajes de la biblia, tiene al menos 3
interpretaciones que intenta cada una presentar argumentos en su defensa: estas
interpretaciones son:
1. Pre-tribulacionismo: Enseña que la Iglesia será
arrebatada antes de la Gran Tribulación en un rapto secreto. Y aunque hay
divisiones en esta teoría, entre quienes dicen que será después de supuestos 3
años y medio de tribulación y la iglesia será raptada y quienes dicen que al
inicio de 7 años de tribulación será raptada, todos concluyen en que antes de
la segunda venida de Cristo habrá una venida de cristo, pero en secreto para
raptar a la iglesia.
2. Postribulacionismo: Afirma que la Iglesia pasará
por la tribulación y será arrebatada al final de este periodo, en ocasión de la
segunda venida de Cristo.
3. Amilenialismo: Considera la Gran Tribulación como
parte de las pruebas que la Iglesia enfrenta en este mundo hasta el regreso de
Cristo.
De estos tres temas estaremos estudiando en profundidad en
los siguientes estudios, ahora vamos a abordar el tema que nos ocupa.
2. El Contexto
Teológico del Debate sobre la Tribulación
El concepto de la Gran Tribulación proviene de textos como Mateo 24:21-22,
Apocalipsis 7:14 y Daniel 12:1. En términos teológicos, este periodo es visto
como un tiempo de juicio divino, purificación y manifestación del poder de Dios
en medio del sufrimiento.
Los defensores del rapto secreto, principalmente dentro del dispensacionalismo,
separan la Iglesia de Israel y argumentan que los creyentes serán arrebatados
antes de que Dios derrame su juicio. Este enfoque, sin embargo, se basa en
interpretaciones modernas que surgieron a mediados del siglo XIX, especialmente
con John Nelson Darby, y no representan una doctrina sostenida por la Iglesia
primitiva ni por los Reformadores.
Por otro lado, las posturas históricas, como el postribulacionismo y el
amilenialismo, sostienen que la Iglesia estará presente durante la Gran
Tribulación. Estas posturas enfatizan que los creyentes serán llamados a dar
testimonio de su fe en medio del sufrimiento, confiando en que Cristo regresará
visiblemente para redimir a su pueblo.
3. Argumentos
Etimológicos de los Defensores del Rapto Secreto
Uno de los principales textos utilizados para defender un rapto secreto es 1
Tesalonicenses 4:16-17:
“Porque el Señor mismo, con voz de mando, con
voz de arcángel y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en
Cristo resucitarán primero. Luego nosotros, los que vivimos, los que hayamos
quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al
Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.”
El término “arrebatados” proviene del griego ἁρπάζω (harpazo),
que significa “tomar con fuerza” o “arrebatar”. Los dispensacionalistas
interpretan este texto como un evento separado y previo a la segunda venida
visible de Cristo. Sin embargo, esta interpretación desconoce el contexto del
pasaje y su uso etimológico.
En el contexto bíblico, harpazo no implica necesariamente un evento
secreto o separado. Más bien, describe un acto poderoso de rescate y encuentro
con Cristo en su venida gloriosa. Esto se ve respaldado por otros textos que
describen la venida del Señor como visible y audible, como Mateo 24:30-31:
“Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre
en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al
Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.”
4. Refutación de la
Doctrina del Rapto Secreto
4.1. El Testimonio de Mateo 24
En Mateo 24:29-31, Jesús dice:
“E inmediatamente después de la tribulación de
aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las
estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas.
Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces
lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo
sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.”
El uso del término “después de la tribulación” refuta directamente la idea de
un arrebatamiento previo. Además, la venida de Cristo es descrita como un
evento visible para todas las naciones, lo cual contradice la noción de un
rapto secreto.
4.2. El Contexto de Apocalipsis 7:14
Apocalipsis 7:14 describe una multitud que ha salido de la Gran Tribulación:
“Estos son los que han salido de la gran
tribulación, y han lavado sus ropas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.”
El verbo “salido” (ἐρχόμενοι, erchomenoi) está en presente
continuo, indicando que los creyentes pasan activamente por la tribulación.
Este pasaje reafirma que la Iglesia estará presente durante este periodo,
siendo purificada y fortalecida en su fe.
5. Argumentos
Bíblicos de que la Iglesia Pasará por la Gran Tribulación
5.1. Juan 16:33
Jesús advierte:
“En el mundo tendréis aflicción (θλῖψις,
thlipsis); pero confiad, yo he vencido al mundo.”
El término thlipsis se traduce como “presión” o “opresión” y describe
las pruebas que los creyentes enfrentan en este mundo. Este mismo término es
utilizado para describir la Gran Tribulación en Mateo 24:21, mostrando
continuidad entre las pruebas de los creyentes y el sufrimiento final.
5.2. Apocalipsis 13:7
Se dice del anticristo o Bestia:
“Y se le permitió hacer guerra contra los santos
y vencerlos.”
El término “santos” (ἅγιοι, hagioi) se refiere a los creyentes en
Cristo, lo que implica que la Iglesia estará presente durante este periodo de
persecución.
6. Otras perspectivas
teológicas
El Conflicto de los Siglos, describe:
“El pueblo de Dios no será librado del tiempo de
angustia que ha de venir. Pero será librado a través de él. Cristo prometió que
estará con sus hijos hasta el fin del mundo. No habrá un rapto secreto, sino
una venida visible y gloriosa de nuestro Salvador.”
Este enfoque enfatiza que los creyentes no serán arrebatados antes de la
tribulación, sino que serán protegidos espiritualmente en medio de ella,
fortalecidos por la presencia de Cristo.
Conclusión Teológica
La enseñanza de que la Iglesia será arrebatada antes de la Gran Tribulación no
encuentra fundamento sólido en las Escrituras ni en su análisis etimológico. La
Biblia presenta una visión en la que los creyentes son llamados a perseverar en
medio de las pruebas, siendo purificados y fortalecidos en su fe.
Lejos de ser una doctrina de escapismo, el mensaje bíblico nos exhorta a
confiar en la victoria de Cristo y a prepararnos espiritualmente para enfrentar
el sufrimiento con esperanza. La Iglesia estará presente hasta el glorioso día
de la segunda venida de Cristo, cuando será finalmente redimida y glorificada
ante los ojos del mundo.
Así como el Israel bíblico permaneció en Egipto durante las
diez plagas y, aunque no fue removido físicamente de las calamidades, fue
protegido sobrenaturalmente por el poder de Dios, también los creyentes en los
últimos tiempos atravesaremos la gran tribulación. No estamos llamados a evadir
las pruebas, sino a confiar en que el Dios Todopoderoso nos guardará y
sostendrá.
Al igual que Israel fue apartado y marcado como propiedad
divina en medio del juicio, los creyentes llevaremos el sello de Dios, una
señal de su protección y de nuestra relación con Él (Apocalipsis 7:3). Así,
mientras el mundo sufre los juicios finales, el pueblo de Dios vivirá bajo su
amparo, fortalecido por su presencia y guiado por su Espíritu.
La fe en el poder del Altísimo nos permitirá perseverar,
confiando en que Él es quien guarda nuestras almas y nos capacita para vencer.
No importa cuán oscura sea la tormenta, Él será nuestro refugio y nuestra
fortaleza, tal como lo fue con Israel en Egipto. En esta certeza, caminamos
hacia la esperanza eterna, donde el triunfo final del Cordero será evidente y
todo sufrimiento será transformado en gloria.
Jose M Suazo -MDiv
Escritor y Profesor de Teología