El Mensaje a la Iglesia de Éfeso: El Primer Amor Perdido

Introducción a las Siete Iglesias del Apocalipsis

En los capítulos 2 y 3 del libro de Apocalipsis, encontramos un mensaje personal y poderoso de Jesucristo dirigido a siete iglesias del Asia Menor: Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea. Estas iglesias eran congregaciones literales que existían en el siglo I d.C., pero, bajo la inspiración del Espíritu Santo, estos mensajes trascienden el tiempo y tienen un significado profético, histórico y espiritual. Las siete iglesias representan siete períodos sucesivos en la historia de la iglesia cristiana desde los días de los apóstoles hasta el fin de los tiempos.

El libro de Apocalipsis, conocido por su simbolismo y lenguaje profético, comienza revelando a Cristo glorificado en medio de los siete candeleros, los cuales representan las iglesias (Apocalipsis 1:12-20). Esta imagen destaca que Jesús está presente en medio de Su pueblo, guiando, consolando y corrigiendo a Su iglesia en cada etapa de la historia. Los mensajes dirigidos a las siete iglesias contienen elogios, advertencias, reprensiones y promesas, según las necesidades particulares de cada congregación y época.

 

Introducción a la Iglesia de Éfeso

"Escribe al ángel de la iglesia en Éfeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro, dice esto: Yo conozco tus obras, tu arduo trabajo y tu perseverancia, y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles y no lo son, y los has hallado mentirosos. Y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado. Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor." (Apocalipsis 2:1-4).

El mensaje a la iglesia de Éfeso es el primero de los siete mensajes a las iglesias del Asia Menor descritos en Apocalipsis 2 y 3. Estos mensajes no solo tenían relevancia local para las iglesias de su tiempo, sino que también representan períodos históricos en la historia de la iglesia cristiana y contienen lecciones espirituales para los creyentes de todas las épocas. Según la interpretación profética, la iglesia de Éfeso simboliza el período apostólico de la iglesia cristiana (aproximadamente entre el año 31 y el 100 d.C.).

Este estudio bíblico analizará el mensaje a Éfeso bajo tres perspectivas:

1.     La iglesia literal en Éfeso: Sus características históricas y espirituales.

2.     La iglesia en el período profético: Lecciones para la era apostólica.

3.     Lecciones espirituales para los creyentes actuales: Aplicación personal en nuestra relación con Dios.

 

1. La Iglesia Literal en Éfeso

La ciudad de Éfeso era un centro cultural, comercial y religioso del mundo antiguo. Era famosa por el templo de Artemisa (considerado una de las siete maravillas del mundo antiguo) y su activa vida comercial en el puerto. En este contexto, la iglesia de Éfeso fue fundada por el apóstol Pablo durante su segundo viaje misionero (Hechos 19:1-10).

La diosa artemisa de Éfeso:

Artemisa, conocida también como Diana en la mitología romana, era una diosa griega venerada especialmente en la ciudad de Éfeso durante la antigüedad. En este contexto, Artemisa no era solo una figura religiosa, sino también un símbolo cultural, económico y político. La oposición contra la iglesia cristiana de Efeso era terrible de parte del paganismo especialmente los seguidores de artemisa.

El Templo de Artemisa en Éfeso

El templo dedicado a Artemisa en Éfeso, conocido como el Artemision, era una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo. Este enorme santuario no solo era un centro religioso, sino también un eje comercial y cultural. Los peregrinos venían de toda Asia Menor y el mundo grecorromano para adorar a la diosa, ofreciendo sacrificios y comprando objetos religiosos, lo que fortalecía la economía local.

El templo era tan significativo que incluso se utilizaba como un banco y refugio seguro para depósitos. Además, los festivales en honor a Artemisa incluían procesiones, competiciones y celebraciones, consolidando su influencia sobre la vida social y económica de Éfeso.

Artemisa y el conflicto con el cristianismo

La influencia de Artemisa fue un desafío significativo para la predicación del apóstol Pablo en Éfeso. En el libro de Hechos de los Apóstoles (Hechos 19:23-41), se describe cómo Pablo predicaba contra la idolatría, afirmando que los ídolos hechos por manos humanas no eran dioses verdaderos. Esto generó un conflicto con los artesanos de Éfeso, quienes fabricaban estatuillas de plata de Artemisa como un negocio lucrativo.

Uno de los líderes de los artesanos, Demetrio, incitó a la multitud contra Pablo, temiendo que su mensaje afectara no solo su comercio, sino también la reputación del templo y la veneración de la diosa. La multitud se reunió en el teatro de Éfeso gritando: “¡Grande es Artemisa de los efesios!” (Hechos 19:28). Este evento refleja cómo la adoración a Artemisa estaba profundamente arraigada en la identidad cultural y económica de la ciudad. Estos fueron los desafíos a los que se enfrento la iglesia naciente de Éfeso cuando pablo predicó allí. Sin embargo, la iglesia desarrolló rápidamente una pasión por cristo que el profeta lo denomina como “el primer amor”, es muy posible que este primer amor no haya durado tanto tiempo, pues cuando Juan escribe el Apocalipsis nos dice que ya habían perdido ese primer amor.

 

Características Positivas de la iglesia cristiana en Éfeso

Jesús comienza Su mensaje destacando las virtudes de la iglesia:

  • Obras y trabajo arduo: La iglesia de Éfeso era activa en el ministerio y el evangelismo. Los miembros trabajaban incansablemente para expandir el reino de Dios.
  • Perseverancia: A pesar de la oposición cultural y religiosa, los efesios se mantenían firmes en su fe.
  • Discernimiento doctrinal: No toleraban a los falsos apóstoles y probaban su autenticidad según las Escrituras.

Advertencia: El Primer Amor Perdido

A pesar de sus virtudes, Jesús reprende a la iglesia: "Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor" (Apocalipsis 2:4). Esto indica que, aunque seguían siendo activos y fieles en las doctrinas, habían perdido la pasión y el fervor del amor que una vez tenían por Cristo.

 

2. La Iglesia en el Período Profético: El Tiempo de los Apóstoles

Desde la ascensión de Cristo hasta el fin del primer siglo, la iglesia cristiana experimentó un crecimiento notable. Este período estuvo marcado por:

  • Fidelidad doctrinal: Los apóstoles protegieron la iglesia de las herejías (1 Timoteo 1:3-7).
  • Ardor misionero: Los discípulos y líderes cristianos difundieron el evangelio rápidamente por todo el Imperio Romano.
  • Pruebas y persecución: Los primeros cristianos enfrentaron oposición tanto de las autoridades judías como romanas.
  • Persecuciones judías: Desde la muerte de Cristo y su ascensión al cielo podemos ver en hechos que los apóstoles fueron perseguidos por las autoridades judías, encarcelados y sometidos a prueba. El apóstol Pablo también fue perseguido, apedreado, y encarcelado hasta su muerte por el año 64.  
  • Persecuciones Romanas: a partir del año 64 d. C. la persecución pasó a ser un asunto no solo judío sino también imperial. Comenzó una persecución que iría hasta el siglo IV. La iglesia de Éfeso se desarrolla en medio de persecuciones judías y romanas y aun así, en casas de sus hermanos, algunos en cuevas, otros en campos lejanos, se reunían para compartir el mensaje de esperanza de Cristo.

Sin embargo, hacia el final del siglo, comenzó a surgir un formalismo espiritual. Muchos creyentes, aunque mantenían una apariencia de religiosidad, habían perdido la profundidad de su amor por Cristo. Este enfriamiento espiritual estaba profetizado: "Por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará" (Mateo 24:12).

Jesús, al reprender a la iglesia de Éfeso, también advierte a esta primera generación cristiana: las obras sin amor carecen de verdadero significado. Como señala el apóstol Pablo: "Si no tengo amor, de nada me sirve" (1 Corintios 13:1-3).

3. Lecciones Espirituales para los Creyentes Actuales

El mensaje a la iglesia de Éfeso tiene un poderoso significado espiritual para los creyentes de hoy. Muchas veces, en nuestra vida cristiana, podemos caer en el error de reemplazar la relación íntima con Cristo por actividades religiosas y servicio rutinario.

A. Reconocer las Obras sin Amor

Dios valora nuestras obras, pero no pueden sustituir nuestro amor por Él. Es posible estar ocupados en el servicio a Dios, pero vacíos de Su presencia en nuestro corazón. Este mensaje nos llama a examinar nuestras motivaciones: ¿Sirvo a Dios por amor o por obligación?

B. El Primer Amor como Prioridad

El primer amor representa el fervor, la pasión y la intimidad con Cristo que experimentamos al inicio de nuestra vida espiritual. Jesús nos invita a volver a este amor: "Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras" (Apocalipsis 2:5). Esto implica:

1.     Recordar: Reflexionar sobre cómo era nuestra relación con Dios al inicio.

2.     Arrepentirse: Reconocer nuestra frialdad espiritual y buscar Su perdón.

3.     Volver a las primeras obras: Renovar nuestro tiempo de comunión con Dios a través de la oración, el estudio de la Biblia y el testimonio.

C. Advertencia y Promesa

Jesús da una seria advertencia a la iglesia de Éfeso: "Si no, vendré pronto a ti y quitaré tu candelero de su lugar" (Apocalipsis 2:5). Esto indica que sin amor, una iglesia pierde su propósito y su influencia espiritual. Sin embargo, para los que vencen, Jesús promete: "Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios" (Apocalipsis 2:7).

 

Conclusión

El mensaje a la iglesia de Éfeso es un llamado a todos los creyentes a reflexionar sobre la profundidad de su amor por Cristo. Las obras son importantes, pero sin amor pierden su valor eterno. En un mundo donde las distracciones y el formalismo espiritual amenazan nuestra relación con Dios, este mensaje nos invita a volver a nuestro primer amor y a priorizar nuestra comunión con Cristo por encima de todo.

Reflexión Final: ¿Cómo está tu relación con Cristo hoy? ¿Estás trabajando arduamente, pero tu corazón ha perdido el fervor? Si es así, recuerda Su llamado amoroso: "Arrepiéntete y haz las primeras obras". Es tiempo de renovar tu amor por Jesús y experimentar nuevamente la alegría y plenitud que solo Él puede dar. ¡Vuelve al primer amor!

 

Jose M Suazo – Mdiv

Escritor y Profesor de Teología