La primera profecía Mesiánica de la Biblia
En la biblia encontramos muchas profecías mesiánicas, sin embargo, hay una que es la primera profecía que encontramos la predicción de un salvador. Tan pronto como el hombre cayo en pecado Dios le presento una oportunidad de salvación.
El enemigo de Dios había logrado su objetivo y era introducir
el pecado en la tierra, a pesar de todos los avisos de los ángeles del señor a
la primera pareja, esta había sucumbido por medio de Eva a la ostentada belleza
mediante la cual se le presento el enemigo por medio de la serpiente. Ahora el
hombre había entrado en una dimensión temporal dominada por el enemigo de Dios,
había solo una decisión, o dejar que el hombre pereciera junto a satanás, o
abrir una oportunidad de redención. El eterno hijo de Dios se ofreció a si
mismo como rescate por el hombre perdido. Es en este contexto que encontramos
la primera profecía de la biblia. Genesis 3:15.
“Y pondré enemistad entre tú y la mujer, y
entre tu simiente y su simiente; él te herirá en la cabeza, y tú lo herirás en
el calcañar.” (Biblia de las Américas)
“Y enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.” (Biblia Reina Valera 1909)
Análisis etimológico
El análisis etimológico de Génesis 3:15 se centra en comprender el significado de las palabras clave del texto en hebreo original, ya que este versículo tiene una profunda importancia teológica y lingüística. Este es el texto en hebreo:
“וְאֵיבָה
אָשִׁית בֵּינְךָ וּבֵין הָאִשָּׁה וּבֵין זַרְעֲךָ וּבֵין זַרְעָהּ הוּא יְשׁוּפְךָ
רֹאשׁ וְאַתָּה תְּשׁוּפֶנּוּ עָקֵב”
(Transliteración: “Ve’ivá ashit beineja uvein ha’ishah uvein zareja uvein zar’ah; hu yeshufkha rosh, ve’atah teshufenu akev”).
A continuación, un desglose etimológico de las palabras más importantes:
1. וְאֵיבָה (Ve’ivá)
• Raíz: איבה (ʾ-v-h)
• Significado básico: Enemistad,
hostilidad.
• Este término implica una oposición
activa y persistente entre dos partes. Es la base de la profecía sobre el
conflicto continuo.
2. אָשִׁית (Ashit)
• Raíz: שית (sh-y-t)
• Significado básico: Poner, colocar,
establecer.
• Aquí indica que Dios mismo establecerá
esta enemistad. La razón por la cual Dios establece la enemistad entre lo bueno
y lo malo es porque de no ser así, el enemigo había comenzado una obra en la
que dominaría a toda la raza humana, mediante la enemistad entre los hijos de
Dios y los que no lo son seria por medio de la obediencia.
3. זַרְעֲךָ (Zar’aja)
• Raíz: זרע (z-r-ʿ)
• Significado básico: Semilla,
descendencia, linaje.
• La palabra zarʿa se usa tanto en
sentido literal (semilla física) como metafórico (descendencia o posteridad).
En este contexto, apunta a la descendencia del “serpiente” (Satanás) y la
humanidad.
4. זַרְעָהּ (Zar’ah)
• Raíz: זרע (z-r-ʿ)
• Significado básico: Semilla,
descendencia, linaje.
• Aquí se refiere a la descendencia de
la mujer, tradicionalmente interpretada como los seres humanos en general, pero
en un sentido mesiánico, apunta a Cristo.
5. הוּא (Hu)
• Significado: Él.
• Esta palabra es crucial porque
introduce un pronombre masculino singular. En la teología cristiana, se
interpreta como una referencia mesiánica a Jesús. Es decir, que se refiere literalmente
a que Cristo sería el descendiente del cual habla que lucharía contra el
enemigo y lo vencería.
6. יְשׁוּפְךָ (Yeshufkha)
• Raíz: שוף (sh-w-p)
• Significado básico: Golpear, aplastar.
• En este contexto, “aplastar la cabeza”
tiene connotaciones de victoria decisiva.
7. רֹאשׁ (Rosh)
• Significado básico: Cabeza.
• Simboliza autoridad, poder y control.
Aplastar la cabeza implica derrotar completamente a la serpiente. Se refiere directamente
que derrotaría a satanás, el líder de la simiente del enemigo y por
consecuencia la derrota de todo lo malvado.
8. תְּשׁוּפֶנּוּ (Teshufenu)
• Raíz: שוף (sh-w-p)
• Significado básico: Herir, golpear.
• Aquí implica un daño menor (en el
talón), en contraste con la herida mortal en la cabeza.
9. עָקֵב (Akev)
• Significado básico: Talón.
• Es un lugar vulnerable, pero no mortal. Esta palabra subraya la diferencia en la magnitud del daño entre ambas partes.
Interpretación Etimológica y Teológica
Este versículo se conoce como el “Protoevangelio”, porque introduce la promesa de redención. Desde un punto de vista etimológico, el conflicto se describe con palabras que implican hostilidad continua (eivá), pero también una victoria final por parte de la descendencia de la mujer (hu yeshufkha rosh). La terminología apunta a una lucha espiritual y física entre el mal (la serpiente) y la humanidad, con un énfasis mesiánico en la obra redentora de Cristo.
Contexto Bíblico
Cuando llegamos al capitulo 22 de Genesis nos damos cuenta
que no se refería ni a Abel ni a Set como La Simiente de la mujer, cabe denotar
que el termino Mujer en las profecías bíblicas simbolizan un pueblo, en este
caso representa la descendencia de Set quienes eran obedientes a Dios.
La misma promesa y profecía se le dio a Abraham:
1.
“En tu simiente serán benditas todas las naciones de la
tierra, por cuanto obedeciste a mi voz.” Genesis 22:18
Aquí la promesa se le da a Abraham y que en su descendiente
serian benditas las naciones de la tierra, sin embargo, no está hablando de Isaac.
El apóstol Pablo nos aclara más aun el panorama:
2.
“A Abraham fueron hechas las promesas, y á su simiente. No
dice: Y á las simientes, como de muchos; sino como de uno: Y á tu simiente, la
cual es Cristo” Gálatas 3:16
Con toda claridad el apóstol pablo nos ayuda a entender que tanto en Genesis 3:15 como en Genesis 22:18 el termino es EL DECENDIENTE y no los descendientes, y luego afirma que se cumple en CRISTO JESUS.
3.
“Y el Dios de paz aplastará pronto a Satanás debajo de
vuestros pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros” Romanos
16:20
Finalmente, el apóstol Pablo nos da la garantía que pronto Cristo derrotara destruyendo a satanás para siempre.
Conclusión
La primera profecía mesiánica de la biblia es la primera
promesa de un salvador para el pecador perdido. A través de los siglos pasaron
4,000 años para que esa promesa se cumpliera en la persona de Cristo. El
apóstol Pablo afirma que esa profecía que viene desde la caída de Adán se
cumple en la persona de Cristo quien muy pronto ejecutara el juicio dubitativo
y ejecutivo contra el adversario de los hijos de Dios
Jose M Suazo – Mdiv
Escritor y Profesor de Teología