Un Vistazo a Apocalipsis 1:1


TRAS LAS HUELLAS DE JUAN
UN VISTAZO A APOCALIPSIS 1:1

Introducción

El primer versículo del libro de Apocalipsis introduce el tema y el propósito del texto, señalando la revelación dada por Dios a Jesucristo, para que este la comunicara a sus siervos mediante su ángel, a través de Juan. El versículo reza:

“La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan.” (Apocalipsis 1:1, RVR1960)
Este versículo, aunque breve, es rico en significado y es clave para entender el contenido del Apocalipsis. Este análisis abordará el texto desde un enfoque exegético y hermenéutico, profundizando en sus contextos etimológico, histórico, teológico y cultural.

1. Análisis Etimológico

La palabra clave en este versículo es “revelación”, traducida del griego ἀποκάλυψις (apokalypsis), que significa “quitar el velo” o “descubrir”. Esta palabra implica una manifestación de algo que estaba oculto. Es importante destacar que el término “apocalipsis” no se refiere en su origen a un evento catastrófico, sino a una revelación divina.
El verbo “declaró” se traduce del griego σημαίνω (semaino), que significa “dar una señal” o “mostrar por signos”. Este término sugiere que el contenido de la revelación no solo será verbal, sino que también implicará imágenes y símbolos, lo que coincide con la naturaleza visionaria del libro.
La expresión “pronto” proviene del griego τάχει (tachei), que puede referirse tanto a inmediatez cronológica como a la rapidez con la que sucederán los eventos cuando comiencen.

2. Contexto Histórico

El libro de Apocalipsis fue escrito alrededor del año 95 d.C., durante el reinado del emperador Domiciano, un periodo caracterizado por la persecución de los cristianos en el Imperio Romano. Los seguidores de Jesús sufrían por no adorar al emperador como un dios, lo que los hacía objeto de castigos severos.
Juan, el autor de Apocalipsis, se encontraba exiliado en la isla de Patmos a causa de su testimonio cristiano (Ap. 1:9). La persecución política y religiosa en ese tiempo creó un ambiente en el que los cristianos anhelaban una intervención divina, esperando el juicio y la justicia de Dios sobre los poderes opresores de Roma.
Este contexto ayuda a entender por qué el Apocalipsis tiene un tono tan profundamente esperanzador, pero también lleno de advertencias sobre el juicio venidero.

3. Contexto Teológico

Teológicamente, el libro de Apocalipsis está orientado hacia la consumación del plan divino en la historia humana. La “revelación de Jesucristo” no solo significa que Cristo es el autor de la revelación, sino que él mismo es el contenido de la misma. El libro revela a Jesucristo en su plenitud como Señor del cosmos, Juez y Salvador, quien retornará para establecer su reino.
El versículo destaca la fuente de la revelación: Dios Padre, quien se la da a Jesucristo, el Mediador. Luego la revelación es entregada al ángel, quien a su vez está subirninafo al Espiriru Santo quien ya estaba en la iglesia. Luego, esta revelación es entregada a los “siervos” de Cristo, que son los creyentes. Esta estructura jerárquica refleja la relación teológica entre Dios Padre, Jesucristo y la iglesia por medio del Espiriru Santo y el ministerio de los ángeles.
La frase “las cosas que deben suceder pronto” refleja una comprensión escatológica de la historia, en la que el clímax del plan redentor de Dios está por manifestarse. El Apocalipsis, en su conjunto, presenta una visión del fin de los tiempos, la victoria definitiva de Cristo sobre el mal, y la instauración de un nuevo cielo y una nueva tierra.

4. Contexto Cultural

En el ámbito cultural del primer siglo, la literatura apocalíptica era un género común entre los judíos y los cristianos. Este tipo de literatura, cargada de simbolismos, visiones y mensajes cifrados, era utilizada para comunicar esperanza en medio de la opresión. Por ejemplo, el libro de Daniel en el Antiguo Testamento y otras obras apocalípticas intertestamentarias (como 1 Enoc) también contienen visiones del juicio y la restauración.
El uso de ángeles como mediadores en la transmisión de revelaciones era típico de la literatura apocalíptica. Los ángeles, mensajeros divinos, actuaban como intermediarios entre Dios y la humanidad. En el caso de Apocalipsis 1:1, el ángel sirve como transmisor de la revelación desde Jesucristo hacia Juan.
Además, el Imperio Romano promovía la adoración del emperador como un acto de lealtad cívica, lo que exacerbó el conflicto entre los cristianos y las autoridades romanas. Para los creyentes de aquel tiempo, la esperanza de la victoria final de Cristo sobre los poderes opresores y la venida de su reino fue un poderoso consuelo.

5. Análisis Exegético

Desde un enfoque exegético, Apocalipsis 1:1 presenta un marco para todo el libro, introduciendo la idea de que el contenido es divinamente revelado, con Cristo como mediador. El uso del verbo “señalar” (semaino) indica que la revelación será simbólica y figurada, lo que prepara al lector para el lenguaje visionario que seguirá.
El concepto de “pronto” (en griego, tachei) ha sido objeto de mucho debate en la exégesis. Algunos intérpretes sostienen que esta palabra implica que los eventos descritos en el Apocalipsis comenzarían a suceder en la generación de los lectores originales, mientras que otros entienden que se refiere a la rapidez con la que ocurrirán cuando comiencen.
El rol del ángel también es significativo. A lo largo del Antiguo Testamento, los ángeles a menudo actúan como mensajeros divinos (como en Daniel 9:21-27). En Apocalipsis, el ángel no solo transmite el mensaje, sino que también interpreta las visiones y ofrece guía a Juan.

6. Análisis Hermenéutico

Hermenéuticamente, Apocalipsis 1:1 ha sido interpretado de diversas maneras a lo largo de la historia de la iglesia. Desde una perspectiva preterista, algunos ven las “cosas que deben suceder pronto” como una referencia a eventos que ya se han cumplido en el primer siglo, como la destrucción de Jerusalén en el año 70 d.C. Otros enfoques, como el futurista, interpretan estos eventos como profecías aún por cumplirse. También algunos consideran que el contenido de apocalipsis y sobre todo a los eventos que están por suceder como dice el versículo 1 se refiere más bien a una interpretación historicista, es decir, que a través de la historia desde los tiempos apostólicos hasta ahora y hasta la segunda venida de Cristo los eventos a los que se refiere el versículo se estarían cumpliendo de manera ordenada. Esta última parece ser la que mejor se apega al entendimiento de la interpretación del libro de apocalipsis y sobre la expresión del versículo uno.
Para muchos cristianos contemporáneos, el libro de Apocalipsis sigue siendo una fuente de esperanza, ya que muestra la soberanía de Dios sobre la historia y la seguridad de que, aunque el mal parece prevalecer en el presente, el reino de Cristo será establecido definitivamente.

Conclusión

Apocalipsis 1:1 es una introducción densa en significado que establece las expectativas para el resto del libro. Desde una perspectiva etimológica, histórica, teológica y cultural, el versículo encapsula la idea de una revelación divina transmitida en un momento crítico de la historia cristiana. El análisis exegético y hermenéutico del texto revela tanto la riqueza de sus imágenes como la profundidad de su mensaje de esperanza y juicio. En última instancia, la “revelación de Jesucristo” es tanto una manifestación de su persona como del futuro que él garantiza.

José M Suazo - MDiv.
Escritor y Profesor de Teología