
Un análisis exhaustivo desde una perspectiva lingüística y teológica
Resumen inicial (tema y propósito).
Juan 1:1 es, en palabras del Evangelio, la gran declaración de la preexistencia, la divinidad y la misión creadora del Hijo encarnado. Desde el punto de vista etimológico y sintáctico el verso oferta claves decisivas: λόγος no es sólo un término griego, sino la fusión de dos mundos intelectuales —el hebreo (la Palabra eficaz de YHWH) y el helenístico (la razón/orden cósmico)— que Juan utiliza deliberadamente para presentar a Cristo. El objetivo de este artículo es exponer, con detalle lingüístico y teológico, por qué la lectura tradicional “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios” es la más fiel al texto y al contexto bíblico, mostrando a la vez las objeciones gramaticales y cómo resolverlas. (A lo largo del trabajo cito las fuentes principales.)
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1. Texto griego, transliteración y traducción literal
Texto (edición crítica / interlineal):
Ἐν ἀρχῇ ἦν ὁ λόγος, καὶ ὁ λόγος ἦν πρὸς τὸν θεόν, καὶ θεὸς ἦν ὁ λόγος.
Transliteración: En archē ēn ho logos, kai ho logos ēn pros ton theon, kai theos ēn ho logos.
Traducción literal (palabra por palabra): “En principio estaba el Logos, y el Logos estaba con el Dios, y Dios era el Logos.”
Observación inmediata: el verso consta de tres cláusulas paralelas que mezclan orden temporal (Ἐν ἀρχῇ), existencia continuada (ἦν, imperfecto) y una significativa combinación de artículo/ausencia de artículo que exige análisis sintáctico fino.
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2. ¿Qué significa λόγος (logos)? — etimología y semántica
1. Raíz y sentido básico. λόγος procede del verbo λέγω (“decir, contar, poner en orden, considerar”), y en su uso básico significa “palabra”, “dicho”, “discurso”, “razón” o “pensamiento expresado”. Las principales obras lexicográficas (Strong’s / Thayer / Mounce) recogen este rango semántico: palabra, enunciado, razonamiento; y en el contexto joánico adquiere una dimensión teológica: la Expresión o Manifestación de Dios.
2. Dos tradiciones conceptuales convergentes.
• Hebrea / bíblica (tradición de la Palabra creadora): en la Biblia hebrea la palabra de YHWH (dabar) actúa creadora y reveladora (p. ej. “por la palabra del Señor fueron hechos los cielos” — LXX, Salmo 33:6). La Septuaginta traduce esa fuerza creativa hebrea con λόγος, mostrando que el concepto de “Palabra‒agente-creador” estaba disponible para los lectores helenísticos.
• Hellenística / filosófica: en la filosofía griega (Heráclito, los estoicos) logos designa el principio racional que ordena el cosmos; en la literatura judía helenística (Philo) λόγος es empleado como intermediario divino, agente de la creación y revelación, a veces descrito como “intermediario/imagen” de Dios. Juan recoge y transforma ambas tradiciones para identificar al “Logos” con la Persona del Hijo.
Conclusión semántica: en Juan λόγος combina la fuerza creadora y reveladora del "dabar" hebreo con la idea helenística de principio racional: no un simple “enunciado”, sino una Persona agente, personal y eficaz.
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3. Análisis sintáctico: el problema del artículo y la frase final
La dificultad exegética clásica es la tercera cláusula: καὶ θεὸς ἦν ὁ λόγος — ¿por qué falta el artículo delante de θεός y se traduce “el Verbo era Dios” en vez de “el Verbo era un dios” o “el Verbo era divino”?
A. Observación formal
• Sujeto explicitado por artículo: ὁ λόγος (sujeto nominativo definido).
• Segunda cláusula: καὶ ὁ λόγος ἦν πρὸς τὸν θεόν — πρὸς τὸν θεόν (con el artículo delante de θεός) indica relación particular (con “el Dios”); en el contexto joánico suele entenderse como “con el Padre”.
• Tercera cláusula: καὶ θεὸς ἦν ὁ λόγος — θεός sin artículo y antes del verbo (predicado pre-verbal, anarthrous predicate nominative).
B. Colwell’s Rule (historia y aplicación)
Ernest C. Colwell (1933) observó que en el griego bíblico nominativos predicativos definidos que preceden al verbo muchas veces carecen del artículo, y formuló la regla que lleva su nombre: a definite predicate nominative which precedes the verb usually lacks the article. Aplicada a Juan 1:1c, la regla permite leer θεὸς ἦν ὁ λόγος como “el Verbo era Dios” en sentido definido, contrarrestando la tentación de traducir “un dios”.
Nota crítica: Colwell describió un patrón descriptivo, no una garantía lógica que invierta la implicación. Su regla ha sido ampliamente citada, discutida y matizada.
C. Daniel B. Wallace y la lectura cualitativa
Daniel Wallace y otros han matizado: la ausencia del artículo no obliga a indefinición; además un sustantivo predicativo pre-verbal anarthrous puede tener fuerza cualitativa (“divino”, “de naturaleza divina”) más que estrictamente “definida = el Dios X”. Wallace enumera condiciones sintácticas que permiten fuerza cualitativa y argumenta que gramaticalmente “el Verbo era divino” es una lectura posible y defendible, aunque el contexto joánico tiende a una identificación plena con la divinidad. En la literatura griega y en el NT se encuentran las dos opciones y el contexto teológico es decisivo.
D. Síntesis gramatical (cómo unir Colwell y Wallace)
• Hecho 1: la forma gramatical (predicativo anarthrous antes del verbo) es compatible con lectura definida (Colwell).
• Hecho 2: la misma forma es compatible con leitura cualitativa (Wallace). 
• Resolución: la gramática sola no puede decidir por completo la traducción; el contexto literario y teológico (paralelos joánicos, exégesis del prólogo, uso posterior: v.3, v.14) inclina la traducción hacia la identidad esencial: el Logos comparte la esencia divina aunque es persona distinta del Padre (distinción relacional expresada por πρὸς τὸν θεόν). 
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4. Contexto joánico y correlación bíblica (consecuencias teológicas)
A. El Logos como agente creador
Juan 1:3: “Todas las cosas por él fueron hechas” — esto sitúa al Logos fuera del orden creado (no es criatura), reafirmando su eternidad y su eficacia creadora. Ese rol armoniza con pasajes del NT que atribuyen la creación al Hijo (Col 1:15–17; Heb 1:2–3).
B. Deidad y distinción
Juan 1:1 presenta una doble afirmación simultánea: unidad de naturaleza (θεὸς ἦν ὁ λόγος → el Logos participa de lo divino) y distinción personal (πρὸς τὸν θεόν → con Dios, relación face-to-face; en la lectura joánica esto apunta a la relación Padre-Hijo). Esta doble afirmación es la base bíblica para la doctrina trinitaria: la igualdad de esencia sin confusión de personas. Los grandes comentadores (Carson, Brown, otros) sostienen que el prólogo joánico pretende exactamente esto: revelar al Hijo eterno que comparte la naturaleza divina y simultáneamente mantiene relación personal con el Padre.
C. Encarnación y revelación suprema
Juan 1:14 añade la conclusión teológica: ὁ λόγος σὰρξ ἐγένετο — el Logos se hizo carne. La lectura previa de 1:1-3 como identificación del Logos con Dios no es mera especulación filosófica: desemboca en la encarnación redentora, que solo puede entenderse si la Persona encarnada posee la naturaleza divina necesaria para la reconciliación universal. La conexión con Hebreos y Colosenses refuerza la catena doctrinal: creador, sostenedor, revelador, y redentor.
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5. Ante las traducciones alternativas: el caso de “a god / a divine being”
Algunos traductores (más notablemente la Nueva Traducción de los Testigos de Jehová) han defendido “el Verbo era un dios” y han invocado supuestas reglas gramaticales para justificar una referencia indefinida. Dos observaciones importantes:
1. Gramática: la ausencia del artículo no obliga a indefinición; Colwell y Wallace muestran que la gramática es compatible tanto con lectura definida como con lectura cualitativa. La decisión final requiere criterio exegético.
2. Contexto y teología bíblica: el prólogo de Juan (vv.1–18) presenta al Logos como agente creador (v.3), poseedor de vida (v.4) y finalmente encarnado (v.14). La coherencia narrativa y la teología del NT (Col 1; Heb 1) apuntan a una identidad plena con la divinidad. Por eso la mayor parte de la tradición académica y las traducciones históricas rinden homenaje a la lectura “el Verbo era Dios”.
Además, la propia Watch Tower ha discutido el uso de reglas gramaticales como la de Colwell en relación con su traducción, lo que demuestra que la elección traductora fue también motivaada por presuposiciones teológicas y no sólo por una necesidad terminológica.
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6. Marco judío y patrístico: dabar — logos — Philo — los Padres
1. Septuaginta y la Palabra creadora. La LXX traduce con frecuencia el hebreo דָּבָר por λόγος, mostrando que la idea de una “palabra” divina activa y creadora era familiar para judíos helenizados. Un ejemplo clave es Salmo 33(32):6 LXX: τῷ λόγῳ τοῦ κυρίου ἐστερεώθησαν (“por la palabra del Señor fueron afirmados los cielos”), que muestra la continuidad del motivo creador.
2. Philo y el Logos. Philo de Alejandría, representante de la síntesis judía-helénica, describe al λόγος como intermediario divino: agente de la creación, imagen de Dios, “deuteros theos” en algunos pasajes. Juan aprovecha este marco conceptual pero lo “personaliza” radicalmente: el Logos joánico es la Persona del Hijo que se encarna, no un principio impersonal ni un mero intermediario filosófico. Esto explica por qué la elección del término λόγος por Juan es teológica y deliberada.
3. Recepción patrística. La iglesia antigua leyó Juan 1:1 como afirmación de la divinidad de Cristo; las controversias cristológicas (desde el arrianismo hasta las fórmulas conciliares) giraron, entre otros, alrededor de cómo entender la identidad y eternidad del Hijo en relación con el Padre —y el prólogo joánico fue citadísimo en esas discusiones. (Para una exposición resumida de la recepción histórica, ver comentarios patrísticos y modernos citados más abajo.)
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7. Aplicación teológica y pastoral desde la perspectiva adventista
1. Cristo como agente creador y redentor. Para la fe adventista —que subraya la centralidad del Hijo en la obra redentora y en la historia cósmica—, Juan 1:1 es una confirmación textual de que Cristo no es criatura, sino el Autor y Conservador de la creación (cf. Col 1:15-17; Heb 1:3).
2. La encarnación y la expiación. La deidad del Hijo es condición de la eficacia redentora: sólo quien posee la naturaleza divina puede mediar universalmente y ofrecer la expiación eficaz. El Verbo que “era Dios” se hace carne para restaurar la imagen divina en la humanidad caída. Esta es la línea teológica sostenida por los escritos del Espíritu de Profecía.
3. Cita de Elena G. White (apoyo espiritual y doctrinal).
“The Word was with God, and the Word was God. … The Word existed as a divine being, even as the eternal Son of God, in union and oneness with His Father. From everlasting He was the Mediator of the covenant… ‘The Word was with God, and the Word was God.’ Before men or angels were created, the Word was with God, and was God.” (Selected Messages, Vol. 1, 247.2).
En las ediciones en español y en múltiples escritos, Elena G. White reafirma: Cristo, el Verbo, era uno en naturaleza y propósito con el Padre; su preexistencia divina es un punto irreductible de la cristología adventista.
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8. Conclusión sintética (ejecución exegética y teológica)
• La frase joánica enseña la eternidad y la deidad del Logos: la estructura gramatical puede admitir matices (definitud vs. cualidad), pero el contexto literario (prólogo completo), la tradición bíblica (LXX, Salmos, Isaías) y la correlación del Nuevo Testamento (Col, Heb) convergen para sostener que Juan identifica al Logos con la divinidad misma, sin confundir personas.
• La etimología y el trasfondo helenístico-judío (Philo) explican por qué Juan toma el término griego y lo llena de contenido israelita: así transforma un término filosófico en una afirmación cristológica decisiva.
• Desde la perspectiva adventista, esto confirma que Cristo es el Verbo eterno que reveló al Padre, actuó en la creación y se encarnó para la redención; esta convicción es doctrina viva en los escritos de Elena G. White y en la teología bíblica reformulada por la Escritura.
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9. Bibliografía seleccionada (para profundizar)
• Texto griego e interlineales: BibleHub — John 1:1 (Greek / Interlinear).
• Colwell, E. C., “A Definite Rule for the Use of the Article in the Greek New Testament” (artículo y discusiones posteriores).
• Wallace, Daniel B., Greek Grammar Beyond the Basics (exposición sobre el predicativo anarthrous y fuerza cualitativa).
• Lexicografía: entradas logos (Strong’s / Thayer / Mounce).
• Philo: introducción y discusiones sobre el Logos en Philo (Stanford Encyclopedia of Philosophy; artículos y estudios comparativos).
• Ejemplo LXX: Salmo 33(32):6 LXX — τῷ λόγῳ τοῦ κυρίου … (uso de λόγος para la palabra creadora de YHWH).
• Comentarios: D. A. Carson, Raymond E. Brown (sobre el prólogo de Juan y su significado cristológico).
• Escritos adventistas: Ellen G. White, Selected Messages, Vol. 1; The Desire of Ages y otras referencias en la Biblioteca White Estate.
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10. Apéndice breve — puntos prácticos para predicación y enseñanza
1. Al predicar Juan 1:1 subraye dos verdades simultáneas: la igualdad esencial del Hijo con el Padre y la distinción personal (no confundir).
2. Use el trasfondo LXX para ilustrar cómo la Biblia misma habla de la Palabra como agente creativo.
3. Explique con sencillez la cuestión del artículo griego: muestre que la gramática ayuda, pero no reemplaza al contexto teológico. Cite Colwell y Wallace si hay oyentes con formación bíblica.
Teólogo y Escritor