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Promesa y
Esperanza de la Segunda Venida de Cristo
Introducción
Juan 14:1-3 es uno de los pasajes más significativos en el
Nuevo Testamento, ya que contiene una de las promesas más consoladoras de Jesús
a sus discípulos: Su regreso para llevar a los creyentes a estar con Él. Este
texto establece una base fundamental para la doctrina cristiana de la segunda
venida de Cristo y la esperanza de la vida eterna en la presencia de Dios. En
un momento de incertidumbre y angustia para los discípulos, Jesús los dirige a
confiar en Su fidelidad y les asegura un lugar preparado en la casa del Padre.
Este pasaje se inscribe en un contexto más amplio del
discurso de despedida de Jesús (Juan 13-17), donde prepara a sus discípulos
para los eventos de su pasión, muerte y resurrección, pero también apunta hacia
Su retorno glorioso. En este estudio, exploraremos el significado teológico,
etimológico y contextual de este pasaje, estableciendo su relación con otras escrituras
y contrastando su interpretación con posturas alternativas no sostenidas
bíblicamente.
Texto Bíblico: Juan 14:1-3
“No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios,
creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no
fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si
me voy y os preparo lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que
donde yo estoy, vosotros también estéis.”
1. Análisis Etimológico de Juan 14:1-3
El análisis etimológico de términos clave en este pasaje
ofrece una comprensión más rica de su mensaje:
1. “No se turbe” (griego: tarassesthō,
ταρασσέσθω)
• Este verbo, derivado de tarassō
(ταράσσω), significa “agitar”, “perturbar” o “causar inquietud”. En este
contexto, implica la paz que Jesús ofrece frente a la angustia y el temor.
2. “Creéis” (griego: pisteuete, πιστεύετε)
• Del verbo pisteuō (πιστεύω), que
significa “confiar”, “creer” o “depender completamente”. Jesús llama a una fe
activa en Dios y en Él como fundamento de la paz.
3. “Casa de mi Padre” (griego: oikia tou
Patros mou, οἰκία τοῦ Πατρός μου)
• Oikia significa “casa” o “habitación”.
En este contexto, simboliza el cielo o la morada eterna en la presencia de
Dios.
4. “Moradas” (griego: monai, μοναί)
• De la raíz menō (μένω), que significa
“permanecer” o “habitar”. Denota habitaciones permanentes, asegurando un lugar
estable para los creyentes en la eternidad.
5. “Vendré otra vez” (griego: erchomai
palin, ἔρχομαι πάλιν)
• Erchomai implica “venir” o “llegar”.
Aquí se refiere al regreso visible y literal de Jesús en el futuro.
6. “Os tomaré a mí mismo” (griego:
paralēpsomai hymas pros emauton, παραλήψομαι ὑμᾶς πρὸς ἐμαυτόν)
• El verbo paralambanō (παραλαμβάνω)
significa “recibir” o “llevar consigo”, lo que enfatiza la acción personal de
Cristo al reunir a los creyentes para llevarlos al cielo.
2. Contexto Teológico de Juan 14:1-3
Este pasaje forma parte del discurso de despedida de Jesús,
que abarca desde Juan 13 hasta Juan 17. Durante esta sección, Jesús prepara a
sus discípulos para Su inminente partida, pero también les asegura que no los
dejará solos. En Juan 14:1-3, Jesús aborda tres verdades fundamentales:
1. Confianza en Su Persona y en el Padre
Jesús pide a los discípulos que depositen su fe en Él de la
misma manera que confían en Dios. Esto subraya Su unidad con el Padre y Su
divinidad.
2. La Promesa de la Morada Eterna
La referencia a las “muchas moradas” enfatiza la certeza de
un hogar eterno para cada creyente. Esto contrasta con la transitoriedad de la
vida terrenal y apunta hacia la vida eterna en la presencia de Dios.
3. La Segunda Venida de Cristo
Jesús promete regresar para llevar a los suyos a la morada
celestial. Este evento está vinculado a la doctrina de Su segunda venida
literal, visible y gloriosa.
3. Cumplimiento y Relación con Otros Pasajes Bíblicos
La promesa de Jesús en Juan 14:1-3 está intrínsecamente
conectada con otros textos que hablan de Su retorno:
1. Hechos 1:9-11
“Este
mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis
visto ir al cielo.”
• Este pasaje confirma que el regreso de
Cristo será literal y visible, tal como fue Su ascensión.
2. 1 Tesalonicenses 4:16-17
“Porque el Señor mismo descenderá del cielo con voz de
mando… y los muertos en Cristo resucitarán primero.”
• Aquí se describe el momento en que
Cristo recogerá a los creyentes, cumpliendo Su promesa de Juan 14:3. Aunque
este pasaje ha sido mal interpretado por muchos creyentes y aplican este pasaje
al rapto de la iglesia, la realidad es que desde la perspectiva de pablo se refiere
a la segunda venida de cristo. Por otro lado, muchos basan en este solo pasaje
la teoría que cristo viene a establecer un reino en la tierra, pero según pablo
y juan y muchos otros pasajes, cristo no viene a establecer un reino terrenal,
cristo viene a llevarse a todos los creyentes para las moradas celestiales que
fue a preparar. Ese es el reino del milenio del cual hablaremos en otro
estudio.
3. Apocalipsis 21:1-3
“He aquí, el tabernáculo de Dios con los hombres, y Él
morará con ellos.”
• Este pasaje conecta la promesa de
“moradas” con la realidad del cielo nuevo y la tierra nueva. En este pasaje se
establece que después del milenio en el cielo, los justos y salvos heredaran la
tierra nueva y cristo mismo morara con sus hijos en esas moradas eternas.
4. Diferencia con Interpretaciones Alternativas
Algunas interpretaciones de Juan 14:1-3 desvían su mensaje
central. Dos ejemplos comunes son:
1. Interpretaciones alegóricas o
espirituales
• Algunos sostienen que “la casa del
Padre” se refiere exclusivamente a la iglesia o al reino espiritual en el
presente. Sin embargo, el contexto literal y la promesa futura del regreso de
Cristo refutan esta idea.
2. Confusión con eventos como el rapto
pretribulacional
• Mientras que algunos relacionan Juan
14:3 con un “rapto secreto”, el pasaje no menciona un evento oculto, sino un
regreso visible y universal, coherente con pasajes como Mateo 24:30. No existe
ni un solo pasaje en la biblia que apoye la teoría de una venida de Cristo en
secreto solo para la iglesia antes de la tribulación final. Todos los pasajes
que hablan del fin de los tiempos y conectan la segunda venida de Cristo solo
presentan este hecho como único, visible a todo ser humano, los muertos en
cristo resucitan, los vivos salvos se unen a los que resucitan y recibimos al
señor en el aire. Cristo no se posa sobre la tierra en su segunda venida,
puesto que una vez que le recibimos en las nubes somos llevados a las moradas
celestiales en el reino del milenio. Es hasta que se cumpla el milenio en el
cielo que los que fueron salvos descienden en la gran ciudad y esta vez si que
se ejecuta al pecado, al pecador y al padre del engaño.
Conclusión
Juan 14:1-3 es un pilar de esperanza para los creyentes, apuntando hacia la certeza del regreso de Cristo y la vida eterna en Su presencia, en las moradas celestiales que ha ido a preparar para todos los salvos. Este pasaje no solo consuela, sino que también fundamenta la doctrina de la segunda venida literal y visible de Cristo.
A diferencia de interpretaciones alegóricas o teorías sin
sustento bíblico, este texto conecta directamente con el evento glorioso del
retorno de Jesús, en el cual Él reunirá a todos los que han creído en Su nombre
y los llevará a la morada eterna preparada para ellos. La promesa de Jesús en
Juan 14:1-3 no es solo un mensaje de consuelo, sino un llamado a la fe activa y
la esperanza inquebrantable en Su retorno.
Para concluir es necesario compartir las siguientes citas:
“Durante los mil años los santos estarán con
Cristo en el cielo, como Él lo prometió: ‘Voy, pues, a preparar lugar para
vosotros. Y si me voy y os preparo lugar, vendré otra vez y os tomaré a mí
mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis’ (Juan 14:2-3). Este
tiempo servirá para resolver todas las dudas sobre los juicios de Dios y para
reafirmar la justicia divina.” (El conflicto de los Siglos, Capitulo 42, página
662).
“El Rey del universo regresa no solo para
redimir a los suyos, sino para poner fin al sufrimiento, el pecado y la muerte.
Sus hijos serán llevados al cielo para morar con Él mientras se cumple el
juicio final sobre los impíos.” (El deseado de Todas las Gentes capítulo 69, página
712).
“Cristo llevará a los suyos al cielo, donde
estarán seguros durante mil años, y allí verán el cumplimiento del juicio y la
restauración del orden eterno.” (Historia de la Redención, Capitulo 50, página
414).
Anhelamos con todo nuestro corazón preparar nuestra vida para
ser parte de ese pueblo precioso que Cristo viene a llevar a las moradas celestiales
que fue a preparar hace dos mil años. Es nuestra esperanza, es nuestra convicción,
y es nuestro propósito. ¡Dios te bendiga!
Jose M Suazo – Mdiv
Escritor y Profesor de Teología